Muchas personas se han encontrado con un dilema muy común en el mundo de la fotografía ¿qué cámara fotográfica comprar? ¿cuál es la adecuada para mí?

En este artículo os voy a enseñar los puntos clave para elegir la cámara fotográfica perfecta, la que cubra vuestras necesidades y, sin malgastar el dinero, la que os proporcione las mejores fotografías. Estad atento que empezamos.

Antes de nada, hazte una pregunta Antes de ponerte a ver y probar cámaras fotográficas como un loco es necesario que te hagas una sencilla pregunta. ¿Para qué la vas a usar? 

Si tu propósito es hacer fotografías profesionales y de gran calidad y, además, no te importa caminar con un bulto de 5 kilos colgado del hombro, tu cámara ideal es una réflex.

Si te apasiona la fotografía profesional, te gustar combinar y buscar la configuración perfecta (aunque requiera tiempo) y te encanta ese desafío que te propone la luz pero, aun así, no tienes dinero suficiente para un equipo de gran calidad o no te interesa comprar más accesorios como objetivos y demás, necesitas una Bridge.

Si lo que te gusta es hacer fotografías a diestro y siniestro, llevar tu cámara guardada en el bolsillo y sacarla siempre que haga falta, necesitas una compacta.

Los megapíxeles 

Hoy en día existen cámaras de 5 megapíxeles que ofrecen mayor calidad que algunas otras de 14 megapíxeles. La resolución, la nitidez, la profundidad de campo y la posibilidad de jugar con la configuración de forma manual es mucho más importante que el tamaño de una imagen.

La óptica: Más vale el tamaño que la cantidad 

Todas las imágenes que tomes con tu cámara van a ser procesadas a través de la óptica por lo que te recomiendo que te fijes en aquellos equipos que te ofrecen ópticas conocidas y con una calidad bastante aceptada como Sony, Fujifilm, Nikon, etc. No tiene por qué ser un equipo caro ni un equipo profesional,
algunas bridge y algunas compactas también incorporan este tipo de óptica (aunque de un tamaño más pequeño).

Te recomiendo encarecidamente que rechazes esas cámaras que te ofrecen una resolución increíble y una calidad inmejorable a precios irrisorios, generalmente, su calidad suele estar interpuesta y deja mucho que desear.

Retoque fotográfico 

Este es uno de los puntos a tener en cuenta. Si eres un apasionado del photoshop o planeas iniciarte en los retoques fotográficos es recomendable que escojas una cámara que dispare en formato RAW. Este formato te ofrece una mayor calidad a la hora de retocar sus imágenes, te da mayor juego y, por tanto, te dará mejores resultados.

Si por el contrario, el retoque fotográfico no es lo tuyo y no piensas probarlo, una cámara que dispare en Jpeg te vendrá como anillo al dedo.

La autonomía 

Antes de escoger tu equipo de fotografía también debes pensar en la autonomía que te gustaría que tuviera (y no me sirve eso de “que nunca se gaste”). Generalmente, las cámaras presentan baterías de litio y pilas. Si
no quieres comprar pilas todo el tiempo y prefieres tener una batería que se recargue rápidamente y no ocupe espacio, las cámaras de batería de lito serán las que mejor cubran tus exigencias.

 Si eres un fotógrafo empedernido y la cámara se ha convertido en tus ojos, escoge las pilas. Las pilas, sobre todo las recargables, te ofrecen una mayor autonomía ya que puedes llevar tantas como quieras en la bolsa y, en caso de gastarse, cambiarlas. Contra: Tienes que comprar más pilas.

Controles 

El punto más importante. Si eres un fotógrafo iniciado, estas aprendiendo o eres un profesional, necesitas una cámara que te ofrezca controles manuales. De esa forma puedes jugar con ellos y seleccionar los parámetros que te den mejor resultado. Si te gusta disparar a diestro y siniestro sin atender a los iconos que salen en la pantalla, una compacta con controles automáticos será más que suficiente.