La luna es la reina de la noche y fotografiarla es toda una verdadera obra de arte. Seguramente alguna vez has visto una imagen impresionante de una luna, con sus cráteres y con sus líneas y has pensado ¿menudo equipo astronómico y fotográfico debe de tener? Nada más lejos de la verdad.

 Fotografiar la luna es una de las cosas más fáciles y sencillas que existen y es posible hacerlo con casi todas las cámaras fotográficas del mercado.


Prepara tu equipo 

Si tienes una cámara réflex debes saber que la luna está muy, pero que muy, lejos de su alcance por lo que debes hacerte con los servicios de un zoom.

Con un 200 mm será más que suficiente para tomar una imagen nítida y perfecta. Si, por el contrario, disfrutas de una cámara bridge, estarás de suerte. La mayoría de estas cámaras ofrecen un zoom de entre 1 y 50X por lo que resulta perfecta para hacer este tipo de fotografías. 

La apertura del diafragma 

Es recomendable que utilices una apertura media de tu cámara. Generalmente, la apertura perfecta para tomar imágenes de la luna es un F8. Con esta podrás captar nítidamente los cráteres, las líneas y el borde de la luna.


La distancia focal 

Coloca tu cámara a la máxima distancia focal que puedas.

Intenta utilizar únicamente el zoom óptico y olvidarte del digital ya que éste tan sólo provoca una pérdida de calidad y no mejora en absoluto la imagen. Si tu cámara disfruta de un 200mm estará perfecto pero si eres uno de esos afortunados cuyas cámaras pueden tomar un 400 o un 500mm, hoy es tu día de suerte.




Expón la luna 

Coloca el sistema de medición en Medición puntual y enfoca a la luna. De esta forma expondrás perfectamente la luna, con su brillo, su luz y sus curvas de color y mantendrás el tono del cielo totalmente negro. Si enfocas al cielo mientras haces la exposición la luna te quedará totalmente oscura y muy poco nítida.

Enfoca al infinito 

La luna está, kilometro más o kilometro menos, en el infinito por lo que debes enfocar allí mismo. Es recomendable que utilices un sistema de enfoque manual para evitar que la cámara confunda el objeto a
enfocar.

La velocidad 

Aunque no lo parezca, la luna se mueve muy deprisa y por ello es primordial utilizar una velocidad relativamente rápida.
 
Coloca un 1/125 y captarás la esencia lunar a la perfección. No intentes tomar una exposición larga de la luna ya que su movimiento hará que la toma salga totalmente borrosa pero tampoco coloques una velocidad muy rápida ya que no captarás la imagen que buscas.



ISO 

Al igual que el resto de las sesiones fotografías, la ISO es muy importante. Para esta ocasión es recomendable que utilices la ISO más baja que tu cámara acepte, entre unos 64 y unos 100. De esta forma obtendrás un color negro uniforme para el cielo y la luna tendrá ese brillo que tanto la caracteriza.






El trípode 

Utiliza un trípode para fijar la cámara. Cualquier movimiento durante la toma de la imagen, durante o durante el disparo puede provocar que la luna salga totalmente movida. Si utilizas un trípode y disparas con un disparador remoto o, en su defecto, con un tiempo de 2 o 10 segundos, tendrás la imagen perfecta.