Cuando empezamos a hacer fotografías todos queremos mejorar, aunque no tengamos la intención de dedicarnos de forma profesional a este mundo. El caso es que para mejorar como fotógrafo y conseguir ser más profesional hay que evitar ciertas cosas que comúnmente tienden a hacernos caer. No dejes que estas cosas te limiten si quieres mejorar. ¿Sabes cuáles son?

La suerte siempre está de tu lado

¿En serio? Pues corre a echar la quiniela pero en el mundo fotográfico siento decirte que la suerte no existe, a menos que caminando por la calle te cruces con una pelea de palomas a la que sacarle buenas fotos o en el parque de tu ciudad jueguen perros todas las tardes. Seguramente ( a todos nos ha pasado) alguna vez te has puesto a sacar fotografías a diestro y siniestro y sin saber ni cómo ni por qué te ha salido una perfecta. Ser mejor fotógrafo significa saber en todo momento lo que sucede cuando aprietas el disparados, aunque el resultado sea bueno o malo. No confíes en la suerte y trabaja cada una de las imágenes que vas a capturar, aunque eso requiera tiempo.

A lo loco se vive mejor

Es cierto, todos necesitamos un poco de locura en nuestras vidas pero en cuestiones fotográficas es mejor tenerlo todo planificado. Si tu intención es ser mejor fotógrafo debes estudiar cada imagen y pararte a pensar cómo conseguir los mejores resultados. Ten en cuenta que una cámara no es una metralleta que dispara a diestro y siniestro, tomate tu tiempo, tarde o temprano lo agradecerás.

El papel o el monitor

Seguramente alguna vez has visto una fotografía en la pantalla y te has quedado flipada pero al imprimirla se te ha venido el mundo abajo. Puede pasar, las fotografías no se ven igual en las pantallas que en el papel. Imprime tus imágenes para detectar los posibles fallos y arreglarlos. Así también te servirá de ayuda para crecer como fotógrafo.

¿Ya lo sabes todo?

Creo que no. Pensar en que ya lo sabes todo acerca de la fotografía es un error y grave. Siempre que leas un libro, que leas un artículo o que cojas una cámara nueva aprenderás cosas que no sabes o que no te imaginabas que existieran. No eres el mejor, pero puedes mejorar muchísimo. Tómatelo todo con calma, lee libros y disfruta de las imágenes de otras personas. ¡Si es que es una pasada!

Sigue las reglas en todo momento

Eso está bien pero ¿y la creatividad? Una buena parte de la fotografía se hace a partir del ojo creativo del fotógrafo. Las reglas están bien pero conseguir una buena imagen que las rompa está todavía mejor. Con esto no quiero decirte que rompas con todo lo que conoces sino que te atrevas a innovar y a ser original. ¿Quién sabe? Puede que alguna toma vista desde otro punto de vista tenga su atractivo.

En la perfección está la belleza

Esa es la mayor estupidez que puedas haber leído. Algunas fotografías borrosas o mal expuestas son increíbles y súper seductoras. No pienses que una técnica perfecta va a poner en tus manos fotografías impresionantes. Libérate del peso de querer hacerlo todo bien y disfruta, ahí está el truco.

No te conformes jamás

El error más grave de un fotógrafo es conformarse con una imagen si ésta ha salido bien. ¡Eso nunca! Siempre se puede mejorar y siempre se pueden conseguir mejores resultados. Si tienes o has visto una buena foto, úsala como ejemplo a superar y listo.

¿La conclusión?

La conclusión es simple y clara, un buen fotógrafo es aquel que cada día aprende algo más de fotografía, que sabe distinguir una buena foto de una no tan buena y que no deja en ningún momento que nadie le diga lo que está mal hecho, más que nada porque si lo has hecho así, siendo consciente de ello, lo has hecho perfecto.